La emocionante experiencia de entrevistar a Viviana Vigil: “No me acordaba nada de lo que sabía de ella”

A sólo un día de su partida, una alumna recordó cómo fue el momento del encuentro con Viviana Vigil cuando tuvo la oportunidad de realizarle una entrevista para la carrera que estudiaba en el año 2014.

– Querés que te muestre las preguntas?. Le pregunté. – No, sorprendeme. Me dijo. Sin mucho más preámbulo comenzamos la entrevista.

Transcribimos el artículo completo de Celeste Basile, vecina de Solís:

“Nunca, jamás, me voy a olvidar el día que me saqué esta foto… Estábamos en segundo año de la carrera de Comunicación Social. La profesora de Práctica Profesional nos pidió como parcial una entrevista para radio. No dudé un segundo en que se la quería hacer a Viviana Vigil. Antes de salir del colegio le mandé un mensaje a mi prima (que es vecina de su familia) si por favor me hacia el contacto. No dije nada hasta que lo tuve seguro. Fuimos a la casa de la mamá de Viviana y su hermana la llamó adelante mio. – Que venga a las cinco a casa. Casi muero.

Antes de ir a la entrevista tuve que ir a la casa de un compañero por otro parcial. No daba más de los nervios. Los chicos son testigos, estaba blanca como el papel, temblaba como una hoja y la glucosa la tenía en 500. Sentía que me iba a desplomar en cualquier momento. No me acordaba nada de lo que sabía de ella (los que me conocen saben que podría llegar a saber más de Viviana que ella misma).

A la mañana había estado escuchando interpretaciones de ella que tenía descargadas en el celular. Pensé que si las escuchaba nuevamente tal vez la información volvía a mi cabeza; pero eso no sucedía. No tenía la menor idea de qué le iba a preguntar o cómo empezar la entrevista.

Cuatro y media partimos con mi prima Sol hacía su casa. Tocamos las manos y salió un perro. En ese momento dije: – Sol, vamos!. Pero Sol no me hizo caso. Atrás del perro salió ella. Mujer simple si las hay, con una sonrisa de oreja a oreja. Yo de los nervios ni siquiera me podía reír. Hablaban con mi prima con mucha naturalidad y yo las miraba con la expresión en la cara como de “Tragarme tierra”. Grabador en mano, cuadernito con algunas preguntas arriba de la mesa.

– Querés que te muestre las preguntas?, le pregunté. – No, sorprendeme, me dijo. Sin mucho más preámbulo comenzamos la entrevista.

Debo confesar que la presentación la hice muy nerviosa, pero después de la primer pregunta la conversación empezó a fluir y hablamos de nuestros gustos musicales como si nos conociéramos de toda la vida, y esa entrevista que había comenzado tan nerviosa se convirtió en una conversación muy amena en el comedor de su casa con la mamá de ella dando vueltas por la cocina y convidándonos un vaso de gaseosa.

– Porque Cacho (Castaña) me llamó y me dijo que estaba escuchando mi CD. Me decía; y yo conteniendo mi entusiasmo de que me estaba diciendo que tenía una amistad con mi ídolo.
– Ada Falcón tenía una voz maravillosa. Volvíamos a coincidir…

Cómo dije, me acuerdo con lujo de detalles cada momento de esa entrevista, o mejor dicho de ese encuentro, con una persona a la cual admiraba y aún sigo admirando. Cambié de celular como tres veces desde ese día y en cada uno tengo la foto que nos sacamos cuando terminamos la charla.

Fue la mejor experiencia que tuve en los tres años de carrera. Entrevistar a una persona a la cual admirás, es maravilloso. No importa si no sale del aula del instituto. Yo me di el lujo de que esta extraordinaria artista y persona me diera una entrevista.

Ese día me dijiste que cuando ya tuvieras el nuevo trabajo discográfico que estabas con ganas de empezar a preparar, me ibas a dar otra entrevista para contarme de qué se trataba. No pudo ser. Algo que quedó pendiente!“.

Por Celeste Basile.