El abandono en primera persona: “Si el intendente no me atendía, me iba con el sabor amargo como turista”
“Nos dijeron que teníamos que ir al Country Club para ser atendidos por el Dr. Garrett, porque él estaba allí”. Maximiliano Larráinzar es papá de Lautaro, un nene de 11 años que sufrió una fractura jugando el pasado 9 de octubre, y tuvo que recurrir al intendente para buscar una solución.
El caso que por estos días genera polémica en la ciudad, ahora suma el testimonio en primera persona por parte de uno de los damnificados por la negligencia del Dr. Mark Garrett. Se trata del papá de un nene de 11 años que sufrió una fractura de muñeca mientras jugaba en las instalaciones del Club River.
“Fuimos a pasar el día y Lautaro de cayó”. Inmediatamente Maximiliano fue al primer lugar donde creyó que podía encontrar ayuda: el hospital público. Allí los primeros que intervinieron en la guardia “hicieron las cosas que yo esperaba, nos sentimos acompañados”, dijo Larráinzar. Pero lo que vino después no fue lo que esperaba. “Nos dijeron que teníamos que ir al Country Club para ser atendidos por el Dr. Garrett, porque él estaba allí”, ya que era el médico que prestaba su servicio en la guardia pasiva del nosocomio.
Ante la inexplicable situación que estaban pasando, Maximiliano tuvo una reacción poco convencional: Realizó la denuncia del hecho ocurrido, y luego recurrió hasta la casa del intendente Durañona para buscar ayuda: “Me fui a la casa del intendente y me escuchó, eso es importante”, señaló el papá de Lautaro y agregó que “si el intendente no me atendía, me iba con el sabor amargo como turista; no estamos acostumbrados a vivir estas situaciones”.
Casi dos meses después del lamentable episodio que vivió la familia, “Lautaro está bien” informó su papá y aseguró aquel día “la estábamos pasando regio, volvería a ir” a San Antonio de Areco “con mucho gusto”.
Compartimos parte del testimonio de Maximiliano en diálogo con Daniel Bosco en Dinámica Matinal:
