Dolores Bellani, ceramista: “Creo que logré que a la gente le llegue mi pasión”

Tras más de un año en pandemia, se publican notas estos días que dan cuenta de actividades que gracias al aislamiento han recuperado su valor, aquel que disfrutaron en otro tiempo. Hasta los especialistas analizan el cambio producido, entendiendo que en particular las tareas conectadas con el arte, han sumado nuevos intereses, al punto de despertar pasiones, provocar cambios de vocación y nuevas profesiones. Sin dudas, es el caso de la cerámica y de su auténtico boom en los últimos meses. La técnica milenaria y su conexión indefectible con la creatividad se destacó como una de las artes más celebradas, en especial aquellos objetos de autor, que se aprecian por estilo y personalidad.

En nuestra ciudad, la artista Dolores Bellani es una prueba directa de lo que contamos. En diálogo con FMSol,  relató sus comienzos en el ámbito de la pintura y luego su paso a la cerámica, con una exitosa presencia en redes a través de su Instagram y constante diálogo con sus seguidores, donde cuenta los procesos que lleva la elaboración de un pieza o su felicidad al concretar un trabajo .

“Creo que logré eso, que a la gente le llegue mi pasión” contó Dolores, a través de sus relatos y videos con cada uno de los pasos en la elaboración de tazas, cuencos,  fuentes y lo más novedoso, bachas especialmente decoradas, en un presente de contrastes y diálogo con su seguidores.

Para llegar hasta aquí, primero sus estudios de bellas artes de Buenos Aires, donde tomó clases de pintura, grabado, y un interés especial por la escultura. Luego, cuatro años atrás, “empecé un taller de cerámica en Capital, donde iba una vez por semana dos horas y era como esperar toda la semana para ese momento, no veía la hora de ver mi pieza salir del horno, de estar en contacto con la arcilla. Iba y no hablaba con nadie, estaba metida en el torno, sumergida en esto y me dije, ¿Cómo puede ser que a mis 26 años recién conocí este mundo? Porque realmente era un mundo nuevo“.

Al poco tiempo, de regreso en Areco, comenzó a estudiar en la Escuela de Arte N°1, “y surgió la idea de hacerme el taller, más que nada en pandemia“. Hacía poco se había comprado un horno de cerámica, “y ahí fue que arranqué pero haciendo poquitas piezas, no tenía torno, hacía todas a mano”. En el camino, las clases con la profesora Carminia Pérez: “Fui a su taller el primer año y de a poco me fui armando y metiendo en este mundo que espero jamás salir. Es una sensación que todos tendrían que probar, aunque sea experimentarla una vez en la vida”.

Su exitoso presente como creadora, comenzó cuando la invitaron a una feria que se hacia para un día de la tradición. Luego, de a poco, fue publicando en Instagram “mostrando lo que hacía. Creo que el boom fue que transmití mi pasión, que la gente veía que yo me levantaba feliz a amasar arcilla, hacer las cosas, transmitía mi alegría cuando sacaba una pieza que a mí me gustaba del horno. Creo que logré eso, que a la gente le llegue mi pasión“

A la hora del trabajo, la mejor combinación de vocación y disfrute. Dice Dolores: “Hay días que me levanto con ganas de estar con las manos en al arcilla enchastrada en el taller y otros con todas las ganas de estar tranquila adentro, con todas las pinturas alrededor pintando piezas. Gracias a Dios la cerámica tiene como ese abanico, no es monótona, siempre tenés un proceso nuevo parar hacer”.

Por eso, felicita y alienta a sus seguidores y confiesa, en doloresbellani.art: “Me di cuenta que a través de mis fotos e historias logro transmitirles mis sensaciones por la cerámica, mis nervios, mis miedos, mis ansiedades, mis satisfacciones (…) Por eso.. los quiero! Por eso hago los sorteos y los regalos! Porque sin cada uno de mis fieles clientes o alentadores de redes, No hubiese llegado donde estoy… En varias de sus casas, metida en una cerámica, acompañándolos en juntadas, en desayunos, en almuerzos.

Nada más lindo que eso”.