Arte, recuerdos y jazz, en la muestra de Gilberto “El Negro” Miranda

En una conjunción única de recuerdos, arte y homenajes, este sábado se realizó la exposición de obras de Gilberto “El Negro” Miranda en el Galpón Chamico. La oportunidad permitió además compartir la tarde/noche con los grupos Carlos Alvarez Trío y La Creme Swing Band, para las cerca de doscientas personas que visitaron  ese espacio artístico.

Como explicaron  a este medio Felipe y Bernardo Miranda, los hijos del querido artista fallecido, la iniciativa de la muestra siempre estuvo pendiente, hasta que “pintó” hacerla el sábado por único día, aunque ya estiman que habrá segunda vuelta.  “Las cosas desde que mi viejo se fue quedaron guardadas, para que se mantengan pero no estaban a la vista” dijo Felipe, “la verdad es que viene de la pena, de decir que pena que nadie vea esto y que no esté mostrándose en algún lugar y ahí nace, desde hace como dos años ”  y ahora, “pintó el momento, no había nada escrito y la verdad viene bien”

Los asistentes también pudieron observar las muchas facetas del Negro. La mayoría de las personas que estamos acá están ligadas con una experiencia particular con  Papá“, agregó Bernardo, “la experiencia con la murga, con él pescando y en la noche, o recitando poesías, otra gente desde bellas artes. Está todo ligado desde la poesía de la vida. Mi viejo vivió del arte jugando a las bochas, yendo a pescar, conversando, fumándose un pucho y viendo a boca. Por todos lados está eso”.

Los dos hermanos agradecieron especialmente a Tomy Rocha y Paz Belonne del Galpón Chamico, que los ayudaron a organizar la muestra con una particularidad: “Papá no exponía y hay obras que están si terminar a propósito para que él no las quería mostrar” siguió Bernardo, “esto de alguna manera resuelve algo que él no estaría de acuerdo, pero en realidad quedó latente y creo que como familia dentro de Areco era necesario que esto salga y se vea.  Creo que el significante de todo es esto, es resolver algo que quedó flotando y que está bueno que la comunidad de Areco lo pueda apreciar“.

El espacio del Galpón Chamico también sumó otra mirada, cerró Felipe: “Tiene que ver con lo que Papá pensaba, su obra  también está hilada y enhebrada por su posición política,  y éste era el lugar donde  el hubiese estado de acuerdo hacerlo, no en otro.  Porque él no era parte de la cultura oficial de Areco y esto es una reacción y una respuesta y una respuesta también a cosas de Areco que todavía están mal, y por las cuales él luchó. En eso sí seguimos levantando la bandera que es el Arte como vanguardia,  como una respuesta que no se calla a las hipocresías y a las cosas que siguen estando mal y que lastiman. Está bueno que esto sea el bastión desde donde el arte de Papá se sigue levantando hoy, se sigue poniendo de pie”.

 

 

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