35 años de democracia. El día que marcó un antes y un después para el pueblo argentino

Un 30 de octubre de 1983, Raúl Ricardo Alfonsín ganaba en las urnas con el 51,7% de los votos que apostaban a que la Unión Cívica Radical pusiera fin a una época temerosa. Se imponía frente al peronismo -que obtuvo el 40,1% del escrutinio- primera vez que el PJ perdía una elección general sin proscripciones.

Un día antes de esas elecciones, el Gobierno levantaba el estado de sitio que regía desde el 6 de noviembre de 1974, cuando había sido dispuesto por Isabel Perón y prorrogado hasta último momento por el gobierno militar.

Tras siete duros y temidos años de Dictadura, el regreso a la democracia en 1983 fue una transición convulsionada con varios hitos ligados a los derechos humanos y sociales que finalmente sucumbió debido a una fuerte crisis económica.

“Adelante, radicales, adelante sin cesar; no queremos dictaduras ni gobierno militar”, se animó a corear la multitud que acompañaba, por las calles de Buenos Aires, el cortejo fúnebre con los despojos mortales de Ricardo Balbín, fallecido el 9 de septiembre de 1981 a causa de una neumopatía e insuficiencia renal. Esa figura política de referencia, que había transitado los años más ásperos de la lucha contra el peronismo, imponía un recambio. Esa gente, animándose a cantar en contra del gobierno militar, justo cuando el féretro del extinto líder radical pasaba por un inactivo Congreso Nacional, también lo estaba pidiendo. Esa figura no tardaría en aparecer.

La primavera democrática que se avecinaba provocó que al inicio de la campaña electoral se produjera un aluvión de afiliaciones tanto para el radicalismo (1.401.000) como para el peronismo (2.795.000), cuyo binomio Ítalo Luder-Deolindo Bittel llamaba a “reventar las urnas”.

Si uno piensa en democracia, lo primero que seguramente le viene a la mente, al recuerdo es ese 30 de octubre de 1983. Pero, todo lo que sucedió luego es, quizás, mucho mas significativo. Si bien ese día fue un hito en la historia argentina, lo que se logró de ahí en adelante no solo con los políticos, sino aun mas importante, con la gente fue lo que hoy somos. Un pueblo libre. Un pueblo que sueña con poder salir a la calle y decir -con respecto y fundamentos- lo que pensamos. Porque de eso se trata la democracia, entre otras tantas cosas. Libertad. Respeto. Compromiso. En pocas palabras, DEMOCRACIA.

Aporte: Infobae

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